Recientemente se escucho sobre la propuesta de reactivación del sector turístico en la Candelaria a través de la implementación "a cielo abierto". Sobre esto, se hace necesario señalar que puede resultar peor el remedio que la enfermedad, primero que todo la ciudad se encuentra en una alerta naranja y una preocupante cifra del 90,8% de ocupación de las unidades de cuidados intensivos (Fuente: Salud Data / Fecha de Consulta: 18/07/2020) por lo que lo mas probable es que pasemos a una alerta roja y volvamos a una restricción de la movilidad generalizada, en vez de una focalizada, puesto que en este momento nos estamos acercando al famoso "pico de contagio". Es por esto que es mejor ser francos y señalar que toda actividad que incentive la interacción directa de personas es inapropiada y puede ser contemplada solo cuando la fase critica de la Covid 19 sea superada. Amanecerá y veremos !!!
Adicionalmente se hace necesario señalar que los protocolos de bioseguridad implican replantear totalmente los negocios, ya que requiere una digitalización de gran parte de la venta y replantear el servicio tanto en lo logístico como en su comercialización. La venta directa debe estar regulada por un "sano" distanciamiento. Además el hecho de ocupar el espacio publico no es la respuesta, puesto que por querer solucionar un problema estaríamos abriendo la puerta a otro. Pero si a eso le adicionamos que tenemos un transito internacional restringido, a que turismo se le va a ofrecer esos productos y servicios?, ha quedado claro que el mercado local no suple la demanda necesaria para mantener ni siquiera el punto de equilibrio de los negocios.
Tanta emoción y tanta iniciativa nos lleva a realizar varias preguntas: ¿el sector está en capacidad de asegurar procesos de desinfección profunda?, se cuentan con las herramientas de hacer pago electrónico?, se respeta el suministro y uso adecuado de toda la bioseguridad?, o acaso se esta realizando permanente control de temperatura? como se puede garantizar la segura delimitación de las zonas?. Es por eso que se debe hacer un profundo respiro y ser francos, se debe ajustar y perfeccionar el cumplimiento de todos estos requirisitos.
Se esta induciendo en un error a la administración al desconocer la realidad de la ciudad y acelerar la reapertura, desgastando el accionar institucional e ilusionar con una luz al final del túnel, un trayecto que aun tiene mucho por recorrer. Adicionalmente surge la inquietud de como se manejaría el uso del espacio publico?, se harán contratos de aprovechamiento económico?, estarán dispuestos los comerciantes a pagar dichos costos?, como se manejaría la aplicación del código de policía? solo solo uno de los interrogantes que se presentan en este momento y pasar a de lo formal a lo informal puede que no sea la mejor hoja de ruta.
Por ultimo se considera importante que se establezca una articulación con el gobierno nacional, en la cual se pueda ofrecer alternativas que entreguen soluciones a los sectores productivos, entre estas se pueden destacar: beneficios de nivel tributario, apoyos económicos preferiblemente no reembolsables, subsidios a la demanda en la que se logre incrementar el consumo, se facilite la clousterizacion y las economías de escala. Estas si podrían ser iniciativas que permitan apoyar la reactivación económica.
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