¿Pudo haber ocurrido esto en otras Alcaldías Locales?

Denuncia contra Gustavo Petro, tres concejales, cuatro ediles y un alcalde local

¿Un alcalde inhabilitado?

Según un veedor ciudadano, la elección del alcalde de Ciudad Bolívar, Juan Carlos Amaya, fue irregular.

www.elespectador.com

Por: Sebastián Jiménez Herrera

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El alcalde de Ciudad Bolívar, Juan Carlos Amaya, con el alcalde de Bogotá, Gustavo Petro. / Cortesía

Por supuestas irregularidades en la elección del alcalde de la localidad de Ciudad Bolívar, Juan Carlos Amaya Pico, la Red de Veedurías Ciudadanas le pidió a la Fiscalía que investigue al alcalde de Bogotá, Gustavo Petro; a los concejales Carlos Vicente de Roux, Yesid García y Roberto Sáenz; a los ediles de Ciudad Bolívar Pablo Hernández, Juan C. Toro, José L. Torres y Ómar Moreno; a la asesora del alcalde Amaya, Martha Corredor; a la exfuncionaria Lizbeth Guerrero y al mismo alcalde de Ciudad Bolívar.

De acuerdo con esa entidad, todas estas personas hicieron parte de una serie de maniobras irregulares que le permitieron a Amaya convertirse en alcalde de esa localidad, pese a una presunta inhabilidad para presentarse a la terna que postuló la Junta de Acción Local (JAL) de Ciudad Bolívar y de la cual fue elegido por el alcalde Gustavo Petro. ¿La razón? Según el denunciante, el veedor Emiliano Leguizamón, al momento de la elección Amaya llevaba dos años viviendo en Bucaramanga y por ello no cumplía con los requisitos para ser alcalde local. La denuncia establece que era en esa ciudad donde Amaya estaba inscrito para recibir los servicios de su EPS, Coomeva.

Incluso el mismo Juan Carlos Amaya al parecer dio cuenta de esta inhabilidad por un desliz durante su presentación ante la JAL el 28 de febrero de 2012. Ese día dijo que, pese haber vivido durante 26 años en Ciudad Bolívar, “hace dos años que estoy radicado en Bucaramanga, pero estoy viniendo constantemente a Ciudad Bolívar; vengo una o dos veces al mes”.

Evidencia de esta presunta inhabilidad serían unos correos aportados al proceso en los que el alcalde Amaya se cruza información con dos de sus colaboradores. Dichas comunicaciones fueron conocidas por este diario.

Entre los correos se encuentra un mensaje del 1º de marzo de 2012, en el que Martha Corredor, hoy asesora de Amaya, le dice al entonces candidato que tras un encuentro con el edil Ómar Moreno, “concluimos que ese es un punto grave por ahora, pero, como siempre, de arreglar. Entonces, de nuevo, debes tener claro lo que vas a decir pero no nombrar Bucaramanga por ningún lugar”.

En otro correo, enviado por Juan Carlos Amaya a Lizbeth Guerrero Cuan, amiga personal, el entonces candidato dice que le envió a Ómar Moreno su contrato con el PNUD —por el que supuestamente se encontraba viviendo en Bucaramanga— para que lo revisara. Al respecto indica que “me están buscando la inhabilidad y él quiere probar lo contrario, lo que yo envíe está bien porque tiene las direcciones de Bogotá, y no habla de la asignación territorial, pero los términos de referencia de los contratos sí tienen la asignación de sede (...). Si esta gente indaga van a encontrar la asignación de sede y me van a inhabilitar. (...) Me da rabia porque fui yo el que la embarré”.

Guerrero contesta proponiéndole a Amaya que le diga a su padre “que te arme la cama en la casa otra vez, ¿qué tal te lleguen allá?”. Y Amaya le responde: “Pues yo no creo que es para tanto, la idea es ocultar las cosas lo posible pero no me voy a estresar”.

Luego, en un chat, Guerrero y Amaya hablan al respecto y ella le dice: “Yo creo que a Petro le debes decir que tienes un trabajo con el PNUD en el que haces visitas a Santander, que para hacer esas visitas pasas, obviamente, un tiempo allá y que vienes a Bogotá en promedio cada 15 días, a veces cada 8, y que lo máximo que has dejado de venir es un mes”. Esta supuesta inhabilidad fue discutida por la JAL, que finalmente lo ternó, de acuerdo con la denuncia, por presiones de los concejales Carlos Vicente de Roux, Yesid García y Roberto Sáenz, y con la supuesta aquiescencia de los ediles Pablo Hernández, Juan Carlos Toro, Ómar Moreno —quien además es hermano del alcalde de Puente Aranda, César Moreno— y José Lorenzo Torres, a quienes supuestamente se les ofrecieron cargos burocráticos para que votaran por Amaya.

Al respecto, Amaya le dijo a este diario que presentó a la JAL su certificado electoral y una constancia de su residencia en Ciudad Bolívar, documentos que demostraban que, pese a trabajar en Santander, residía en esa localidad. Indicó además que su campaña fue completamente limpia, sin ofrecimientos algunos, y que ya la JAL había dado su concepto sobre la supuesta inhabilidad, por lo que consideraba que el tema ya estaba cerrado.

En cuanto a los correos mencionados por este diario, Amaya se mostró preocupado por la posibilidad de que sus cuentas hayan sido chuzadas y por eso prefirió no pronunciarse al respecto. Por su parte, los concejales Carlos Vicente de Roux y Roberto Sáenz le señalaron a este diario que nunca influyeron en la elección de Amaya. En su caso, el concejal De Roux fue enfático y dijo que no intervino ni supo de inhabilidades del alcalde Amaya. Por su lado, el concejal Sáenz precisó que nunca se ha metido en temas como ese y que, sin embargo, se atiene a una posible investigación por estos hechos.

A su vez, los ediles Pablo Hernández, Juan Carlos Toro y José Lorenzo Torres Perafán, le señalaron a este diario que nunca hicieron acuerdos con Amaya y que si votaron por él fue porque lo consideraban el mejor candidato, ya que no había nada que demostrara su supuesta inhabilidad. En la denuncia se señala que estos ediles recibieron cuotas por su apoyo. Los tres rechazaron estos señalamientos e indicaron que no han recibido nada del alcalde. El Espectador intentó comunicarse con el alcalde de Bogotá, Gustavo Petro, pero no pudo contactarlo. La Fiscalía ya conoce de la denuncia y de los cuestionados correos que enredan al alcalde Amaya.

jjimenez@elespectador.com

@juansjimenezh